- Gerardo Javier Garza Cabello
Tu locura, la mía.

Te recordé un instante, y todo se hizo viejo
Sobre nosotros, millones de ojos en el cielo
Yo, trazaba con tiza amarilla un camino de surcos
Pisadas que se parecen a la distancia a las nuestras.
Recuerdos llenos de tu perfume danzando con el mío
Miradas que se empañaban con nuestro aliento
Tus gafas en invierno, tu nariz sosteniéndolas
Tus dedos frágiles e interminables enfriando mis manos.
Los bolsillos vacíos y el corazón repleto de emociones
El olor a pasto húmedo de aquel parque infinito
Decidí curar tus heridas, decidiste curar las mías
me juraste que sería yo, jure que serias tu
De pronto la lluvia y nuestras ganas de empaparnos
Tus gafas en tus manos y tu boca entreabierta
Los ojos cerrados y el viento golpeando tus mejillas
Me invitaste a tu locura y yo te invite a la mía
Entre los 2, murallas, ríos y un universo entero
aun así, reconocí en tu mirada esa esperanza
encontré en tus brazos, tus besos y tus sonrisas
remedios a problemas que a mi vida llegarían
Y te agradezco, el fuego que encendió mi alma
La prosa que desbordo de mi boca
El exilio de mi tristeza, el ancla de mi fe
Tus manos frías, tu locura y la mía.